Leo, Leonardo, Leoncio y Leonidas son
cuatro leones que viven en el zoológico.
Leo es el más grande y el más feroz ¡Pero
se aburre mucho!
Para entretenerse, le gusta asustar a los
visitantes:
¡Grrrrr, Grrrrr,
Grrrr…..! Gruñe tan fuerte que hasta Leonardo, Leoncio y Leonidas se asustan.
Una noche; Leo los reunió a todos y les preguntó:
¿Saben ustedes que nosotros, los leones,
somos los reyes de la selva?
¡Sííííí! Contestaron los tres entre bostezo
y bostezo.
Pero aquí ¿somos los
reyes? – gruñó muy enojado.
No -
respondieron los tres bostezando a coro.
Desde este momento lo seremos - afirmó Leo.
¿Cómo? – preguntó Leonardo, lamiéndose un
pata.
Dando órdenes - explicó Leo.
¿A quién? – consultó Leoncio, acariciándose
sus bigotes.
¡A los otros animales! – bufó Leo,
malhumorado por la pereza de sus compañeros.
¿Y cómo lo haremos? – se atrevió a decir
Leonidas, un poco asustado.
¡Gruñendo muy
fuerte! ¡Grrrrr, Grrrrr, Grrrrr!
¡Grrrrr, Grrrrr, Grrrrr! ¡Tigres,
colóquense de rodillas!
¡Grrrrr, Grrrrr, Grrrrr! ¡Focas, den dos
saltos en el aire!
¡Grrrrr, Grrrrr, Grrrrr! ¡osos, reciten una
poesía!
Leo se enfureció.
Usaré mis palabras mágicas – rugió:
¡Tongorocotanta! ¡Camello, canta!
¡Tongorocotaila! ¡Jirafa, baila!
¡Tongorocotaire! ¡Dense vuelta, monos, en
el aire!
Y, al no hacerle caso, el camello, la
jirafa y los monos quedaron sordos, ciegos, mudos y paralizados.
Los otros animales decidieron obedecer.
Leo se puso muy contento y siguió dando
órdenes y más órdenes.
Gruñó tanto, tanto que se quedó afónico y
pidió ayuda a sus amigos para que lo reemplazaran.
Leonardo dijo que le daba pena abusar de
los demás.
Leoncio opinó que no tenía condiciones de
mando.
Leonidas respondió que prefería pensar.
Les insistió muchas veces, pero ninguno de
los tres cambió de opinión.
Leo se puso furioso y, de rabia, se le
cayeron los bigotes y la melena. Ese mismo instante, los animales recobraron el
oído , la vista, el habla, y el movimiento.
El director del Zoológico cambió a Leo a
otra jaula con un letrero que decía:
Leo, el único león calvo y desbigotado.
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